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lunes, 31 de marzo de 2014

Diferencias entre TDAH tipo Hiperactivo y tipo Inatento.




Primero que nada recordar que cuando hablamos de TDAH, estamos hablando de de un trastorno neurobiológico de carácter crónico, sintomáticamente evolutivo tremendamente heterogéneo desde el punto de vista clínico y pronóstico. Es un trastorno de conducta, normalmente diagnosticado en la infancia, que tiene que debutar entre los 2 y los 7 años, y cuyos síntomas, llegan a persistir entre un 50-80% de los casos en el adulto. En los adultos disminuye la hiperactividad, persistiendo la impulsividad, la baja tolerancia a la frustración, menor estabilidad emocional y familiar.

Podríamos decir que se trata de una limitación compleja  del desarrollo de las funciones ejecutivas; actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para alcanzar metas.
¿Pero que diferencia hay entre el trastorno por déficit de atencion (TDAH-I) y  por el de hiperactividad (TDAH- HI)?
Bueno, pues en el primero podríamos decir que las características más comunes, son:  

  • Su actividad motriz les lleva a levantarse continuamente de su asiento, charlar con los compañeros, hacer ruido…
  • Actividad motora elevada, mueve manos y pies.
  • Son impacientes e impulsivos. Su impulsividad les suele llevar a un deseo de terminar las tareas lo más rápido posible, lo que provoca que comentan errores, como comerse silabas o palabras cuando escriben o leen, confundir unas palabras con otras…
  •  Hablan mucho
  •  Muestran dificultad de concentración, lo que les hace distraerse fácilmente, llevándoles a dedicar más tiempo de lo normal a la ejecución de tareas escolares y a obtener unos rendimientos más bajos. Ese bajo rendimiento, es consecuencia también de una mala “memoria secuencial” produciéndoles dificultades de aprendizaje tanto en operaciones aritméticas, como en lectoescritura.
  • Todo esto, les suele producir un alto grado de frustración que les puede llevar a una baja autoestima.



Y por otro lado, los patrones de conducta de los niños inatentos, serian:
  •        Estar "ausentes" y ensimismaos
  •        Tienen dificultades para identificar el estímulo relevante
  •        Percepción selectiva de detalles poco relevantes
  •        No sé dan cuenta de las cosas importantes
  •        Olvidan cosas
  •        No parecen comprender al completo de lo que se les dice o tardan en hacerlo
  •        Sus dificultades pasan más desapercibidas.
  •        Poseen un tiempo cognitivo lento.
  •        Problemas en la comprensión y razonamiento logico
  •        Poco activos, mostrando torpeza en su autonomía.


La condición de Déficit de Atención es más frecuente, pues los casos de niños/as inatentos se dan tres veces más que el déficit de atención con hiperactividad según los estudios publicados desde 1998 hasta el día de hoy. Además, en estos casos no hay tanta diferencia entre niños y niñas y se da más el fracaso escolar, mientras que en los hiperactivos hay más problemas de conductas (García Pérez, 2008).
Podríamos decir que la diferencia de los niños inatentos con respecto a los niños hiperactivos radica en sus problemas atencionales. Cuando hablamos de niños y niñas "inatentos" nos estamos refiriendo a aquellos niños que presentan un déficit de eficacia atencional (E.A.) La eficacia atencional es la calidad de la capacidad de atención: atender a los detalles, establecer conexiones entre los estímulos, comprender y relacionar las señales, identificar los estímulos relevantes, etc.
En cambio, en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la condición seria El déficit de atención sostenida (A.S.), no poder mantener la atención en algo durante mucho tiempo y va acompañado de hiperactividad o excesivo momento. Así, a diferencia los niños/as con TDA, el niño no tiene problemas para mantener la atención durante mucho rato, pero el tiempo que pone atención no se da cuenta de qué es importante.


                                                       déficit atención, psicopedagogía, tdah


lunes, 10 de marzo de 2014

¿Qué es la DISARTRIA?







  
       ¿QUÉ ES LA DISARTRIA?

Definimos disartria como una alteración de la articulación propia de lesiones en el sistema Nervioso Central (SNC), así como de enfermedades de los nervios o de los músculos de la lengua, faringe y laringe, responsables del habla. Por tanto, la disartria es una dificultad de la expresión oral del lenguaje debida a trastornos del tono y del movimiento de los músculos fonatorios, secundaria a lesiones del SNC.
En la disartria no existe trastorno en el ámbito lingüístico, sino tan solo afectación del componente motor lo que repercute en la articulación del sujeto.  
Cuando existe una imposibilidad de articular distintamente los sonidos nos encontramos con una ANARTRIA. 




 ¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISARTRIAS?

  • Suelen ser niños y niñas de aspecto distraído, desinteresados, tímidos, agresivos y con escaso rendimiento escolar que, en muchas ocasiones, creen hablar bien, sin darse cuenta de sus errores, y en otras, aunque sean conscientes de ellos, son incapaces por sí solos de superarlos. Los síntomas específicos son la sustitución, omisión, inserción y distorsión de los fonemas. 
    • Sustitución: es el error de articulación por el cual un sonido es reemplazado por otro. El niño no puede realizar una articulación y la suple por otra más fácil o, de entrada, percibe mal el sonido y lo reproduce tal como el lo discrimina (como lo emite). Es el error más frecuente dentro de las disartrias funcionales y el que presenta más dificultades para su corrección. Las formas más frecuentes son la sustitución de r por d o por g, de s por z y del sonido k por t.
    • Omisión: se omite el fonema (p. ej. "iño" por niño) o toda la sílaba en que se encuentra dicho fonema (p. ej. "loj" por reloj). 
    • Inserción: se intercala un sonido que no corresponde a esa palabra para apoyar y resolver la articulación del dificultoso (por ej. "Enerique" por Enrique). 
    • Distorsión: Se articula el sonido de forma incorrecta pero aproximada a la adecuada y sin llegar a ser una sustitución. 


CLASIFICACIÓN DE LAS DISARTRIAS.
Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los cuales estableceremos diferentes tipos de disartrias. Así, podemos diferenciar algunos de los tipos:
1. DISARTRIA FLÁCIDA:
En este caso la lesión está localizada en la neurona motriz inferior. Como notas descriptivas de esta disartria tendríamos: 


  • Alteración del movimiento voluntario, automático y reflejo. 
  • Flacidez y parálisis con disminución de reflejos musculares. 
  • Atrofia de las fibras musculares. 
  • Debilidad o fatiga durante el ejercicio (sobre todo en la musculatura ocular, bulbar, del cuello y de la cintura escapular). 
  • Posible afectación de la musculatura respiratoria. 
  • Afectación de la lengua. 
  • Afectación de los movimientos del paladar. 
  • Disminución del reflejo de náuseas. 
  • Deglución dificultosa.
  • Debilidad de las cuerdas vocales, paladar y laringe.
  • Alteraciones respiratorias (rápida y superficial). 
  • Voz ronca y poco intensa. 
  • Hipernasalidad. 
  • Articulación consonántica distorsionada. 
2. DISARTRIA ESPÁSTICA:
La afectación se produce a nivel de la neurona motriz superior; son características de esta afectación: 


  • Debilidad y espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las extremidades, la lengua y los labios. 
  • Resistencia al movimiento pasivo de un grupo muscular. 
  • Los reflejos de estiramiento muscular están exagerados. 
  • Presencia de reflejos patológicos. 
  • La respiración y la fonación no suelen afectarse.
  • Disfunción articulatoria. 
  • Se asocia a otras patologías (encefalitis, esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
  • No hay atrofia de fibras musculares. 
  • Frecuente alteración del control emocional. 
  •  Emisión de frases cortas.
  •  Voz ronca. 
  •  Tono bajo y monótono. 
  • Lentitud en el habla. 
  • En ocasiones se producen interrupciones tonales o de la respiración. 
  • La articulación consonántica suele ser poco precisa y, a veces, se producen distorsiones vocálicas. 
3. DISARTRIA ATÁXICA:
La afectación del cerebelo ocasiona una disartria atáxica. Es a partir de lesiones cerebelosas cuando se deduce que este órgano regula la fuerza, velocidad, duración y dirección de los movimientos ocasionados en otros sistemas motores. En general, la afectación del habla ocurre simultánea a lesiones cerebelosas bilaterales o generalizadas (Bagunyá y Sangorrín, 1988). Como descripción de los trastornos cerebelosos señalamos: 


  • Hipotonía de los músculos afectados. 
  •  La dirección, duración e intensidad de movimientos son lentos e inapropiados en la fuerza. 
  • Posible irregularidad de los movimientos oculares. 
  • Disfunción faríngea caracterizada por una voz áspera y una monotonía en el tono con escasas variaciones en la intensidad.
  • Disfunciones articulatorias mediante distorsiones. 
  • Alteraciones prosódicas por énfasis en determinadas sílabas. 



                                      disartría, logopeda, logopedia